Del sacrificio, el
bienestar y los grupos humanos
La Sociedad actual de los países de Europa occidental presenta
una demanda de bienestar muy alta. Quiere decir esto algo tan sencillo como que
las personas quieren vivir bien, o dicho de otra forma sacrificarse poco, o, podría interpretarse incluso como que las
personas quieren esforzarse poco.
Desde esta realidad , configurada
en su forma actual desde el final de la segunda guerra mundial, en que la
premisa del bienestar es un principio fundacional del estado, y es un objetivo indiscutible, promovido por
la izquierda , la derecha y el centro, por todos y en todo momento, las
sociedades han ido evolucionando , creando un estado protector, con servicios
educativos, sanitarios y sociales, amplios y ampliamente extendidos. Los
ciudadanos han disfrutado de esos servicios y su vida , en general , ha sido
mejor, con más educación , mejor atención sanitaria, y coberturas para afrontar situaciones
específicas de necesidad, alcanzando además
a la gran mayoría social.
También las familias han tenido
menos hijos, para favorecer su bienestar,
y el de sus progenitores.
Pese a las mejoras , el bienestar
deseado queda lejos del bienestar alcanzado,
y la demanda de mejoras siempre
es y ha sido el motor del desarrollo.
Esta situación que como ya se
dice se configura después de la segunda
guerra mundial, se ha mantenido hasta hoy enfrentándose a diferentes vicisitudes , las más importantes la crisis del petróleo y
los desafíos terroristas, consiguiendo no obstante mantenerse en lo
fundamental.
Para mantener el modelo se ha
precisado de inmigrantes, por la baja natalidad, y a veces por la sobrecualificación y sobre expectativa laboral de la población
autóctona, inmigrantes que han cotizado y pagado impuestos a la vez que han
cubierto los puestos de trabajo de menos cualificación y de mayor sacrifico.
El nivel de bienestar se ha visto
también favorecido por la importación de productos, principalmente asiáticos,
elaborados con mano de obra muy barata
que ha permitido el acceso a todo tipo de bienes a precios muy
asequibles.
Por otro lado la energía y las
materias primas han mantenido unos precios asumibles una vez digerida la gran
crisis del petróleo de los años 70.
Pero ¿ Es posible mantener el
principio del crecimiento constante de bienestar social ? en el momento actual
con la crisis financiera que nos ha llevado a las políticas de austeridad y por
tanto a los recortes del gasto del Estado social, la respuesta oficial es que
no se puede mantener todo y que hay que empezar a ajustar a la baja las
expectativas.
¿ Quiere decir esto que la
sociedad occidental desarrollada ha entrado en decadencia y nada se puede hacer
? pues en mi opinión la respuesta es afirmativa ,al menos en gran parte.
Hay que tener en cuenta que al
referirnos a Europa occidental nos referimos a un conjunto de países y regiones
diverso, donde la tendencia llega con diversos grados de intensidad, así las
zonas con una insdustrialización innovadora, a donde la competencia asiática le
cuesta llegar gozará de un periodo más largo de predominio, sin embargo el sur
de Europa, claramente subsidiario del norte, está expuesto de manera más
directa .
Pero el modelo de continuas
mejoras sociales, y de ir ganando cada vez más derechos , ha quebrado, no da más,
y lo que se puede hacer , es lo que hacen los esforzados gobernantes, que es ir tratando de ajustarlo, para que la
decadencia sea lo menos traumática posible.
Pero la fundamentación de este
cambio es la irrupción de nuevas naciones, grandes y muy pobladas ( China y la
India ) , o más pequeñas y tecnificadas ( Corea del Sur , Taiwan.. ) que llaman
a la puerta del desarrollo, donde sus ciudadanos fabrican más barato, hay más
población y se sacrifican más, con el objetivo
de poder vivir mejor, o dicho de otra forma sacrificarse menos en el futuro , o quizá de no precisar de grandes
esfuerzos en su vida.
Estos países necesitan energía y
materias primas que compran a los países productores como lo es Rusia , o lo
son , algunos de América Latina, subiendo su precio .Los ciudadanos de estos
países productores, igual que los anteriores, pretenden vivir mejor, o dicho de
otra forma sacrificarse menos , y tener la posibilidad de esforzarse menos en
el futuro. Así otros países compiten por
el bienestar.
Y ahí está la paradoja y la
explicación, otros grupos humanos quieren alcanzar , al menos parte, de lo que
nosotros alcanzamos, y parece que su desarrollo lleva implícito la
imposibilidad de continuar avanzando en nuestro bienestar, porque no hay que negar
que el desarrollo social del occidente industrial se ha basado en estructuras
mundiales que nos beneficiaban y que están cambiando .
No podemos seguir importando
bienes a precios bajos, porque eso genera un desempleo aquí insoportable, no nos queda otra opción que
"competir" con el precio de esos bienes y por tanto bajar los
salarios, para poder tener empleo. Además la idea de producir bienes de mayor
calidad se empieza a quedar anticuada, ya que
los asiáticos ,poco a poco obtienen el mismo nivel de calidad, incluso
mejor en algunas ocasiones.
Las materias primas y la energía,
por su lado, son cada vez más caras, y la capacidad de influir en su precio es
menor, por lo que tendremos que acostumbrarnos a pagar más o a movernos menos,
o a desarrollar fuentes alternativas de energía que a corto plazo y medio plazo
, serán más caras , lo cual traerá dificultades añadidas.
Por otro lado la inmigración ya
se ha parado y muchos inmigrantes empiezan a regresar a sus países, porque aquí no hay trabajo o el que hay está
mal pagado. Pronto , y ya está ocurriendo, los occidentales tendemos que asumir
masivamente puestos de trabajo que antes, estaban casi siempre reservados a los inmigrantes.
En definitiva el momento
histórico se puede resumir en que tras cientos de años de predominio del
occidente industrial, sus sociedades no encuentran la manera de alcanzar el
paradigma de la mejora constante del
bienestar social, mientras que otras áreas culturales aumentan sus
niveles de vida desde puntos de partida mucho más bajos.
Pablo Castro Abad- Cascais 3 de
Enero de 2013-
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